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Autoestima, qué la afecta y cómo mejorarla


La autoestima es, muy posiblemente, el aspecto más determinante de la personalidad de los individuos. Es la suma de la percepción, la opinión y el sentir general que cada persona tiene de sí misma. En otras palabras el amor propio.


Contrario a lo que muchos creen, la autoestima no está determinada por factores económicos, el aspecto físico, ni la inteligencia. Se sorprenderían de la cantidad de gente adinerada, atractiva e inteligente que poseen una baja autoestima. Al igual que existe muchos de escasos recursos, poco agraciados, con limitaciones o deformaciones físicas, de mentes poco brillantes, pero con autoestimas envidiables.


La autoestima comienza a cimentarse en la niñez y la adolescencia; se alimenta de los logros, la aceptación el aprecio y el reconocimiento que el individuo recibe, en especial de sus padres.

La mayoría de las personas con baja autoestima crecieron en medio de la carencia emocional. No se sintieron amados, protegidos, valorados ni aceptados, y muy posiblemente sus buenas acciones no fueron reconocidas.


En estas circunstancias los niños crecen con la idea de que "sus padres no los quieren"; y esto los lleva a pensar, de forma inconsciente, que no los aman "porque no son buenos". Y como mamá y papá siempre tienen la razón, hay que hacer lo mismo que ellos, así que, si papá y mamá no me aman, yo tampoco puedo amarme. Recalco, todo esto se cuece en la mente de los niños inconscientemente.


La buena noticia es que, sin importar lo baja que esté nuestra autoestima ni la edad que tengamos, siempre podemos hacer algo para mejorarla.


¿Qué perjudica la autoestima?


Silvia Congost, autora del libro "Autoestima automática", sostiene que hay 10 malas prácticas que nos llevan a tener baja autoestima. A continuación las menciono y comento sobre ellas:


1. El auto-diálogo de desaprobación: cuando nos auto-reprochamos y nos decimos que hacemos las cosas mal, que somos feos, inútiles, etc. Una cosa es hacernos conscientes de que hay aspectos que debemos mejorar, pero otra muy distinta es hacerlo de forma auto-destructiva.


2. Compararnos con los demás: seamos realistas, siempre habrá personas que nos superen de un modo u otro, pero eso no quiere decir que seamos seres inferiores. No debemos olvidar que hay grandeza en todos y cada uno de nosotros, por tanto no debemos buscar ser como otros.


3. No poner límites: muchas veces, porque buscamos la aprobación de otros, dejamos que los demás se aprovechen de nosotros y hasta nos pisoteen, por "no decepcionarlos". Esto está mal y no debemos permitirlo, pues al final nos sentiremos peor.


4. No ser asertivos: no ser capaces de expresar nuestros sentimientos y deseos de una manera abierta, franca, amable y sin dañar a otros.


5. No respetarnos a nosotros mismos: dejarnos fuera de la lista de prioridades, descuidarnos de nuestra salud, olvidarnos de nuestros sueños y deseos; anteponer las necesidades de otros, por encima de las nuestras, aún sabiendo que nos perjudicará. También, tener conductas auto-destructivas es una falta de respeto a nuestra persona.


6. Rodearnos de personas tóxicas: acostumbrarnos a estar con "vampiros emocionales" (así los llama una amiga mía, son gente que por sus propios problemas emocionales, se vuelven tan nocivas que dañan a las personas a su alrededor, aún sin querer hacerlo) y dejar que nos manipulen.


7. No responsabilizarnos de nuestras emociones: vivir sin enfrentar lo que sentimos, acumulando tristezas y frustraciones, permitiendo que las emociones manejen nuestra vidas.


8. Establecer relaciones de dependencia emocional: relaciones destructivas, inestables, con desequilibrio emocional fuerte. Ejemplo: con personas violentas, adictos que no aceptan su problema, etc.


9. No tener objetivos vitales: vivir sin metas, sin proyectos que nos motiven a levantarnos cada día a dar lo mejor de nosotros.


10. Cultivar pensamientos negativos de uno mismo: pensar mal de nosotros mismos, considerarnos poco valiosos, feos, incapaces, etc.; y llegar a creer que todo esto es verdad.



¿Qué hacer para mejorarla?


Aumentar la autoestima es un proceso, no sucede de inmediato pero se siente tan bien y es tanta la mejoría que vale la pena cada paso. A continuación les compartiré varios aspectos en los que debemos trabajar para lograrlo:


1. Soltar el pasado. Lo que pasó, pasó, y no hay nada que podamos hacer para cambiarlo. Sólo nos queda aceptarlo, tratar de aprender de lo sucedido, dejar de culpar a los que nos hicieron daño, perdonar y seguir con nuestras vidas.


También debemos entender que mamá y papá hicieron lo mejor que pudieron, aunque fueran duros con nosotros, les debemos agradecimiento. Esto no quiere decir que se justifica lo que hayan hecho mal, sólo entendamos que siempre hicieron lo que creyeron que era mejor.

2. Ser tal como somos y aceptarnos. Dios nos hizo perfectos tal como somos, así que seamos auténticos, dejemos fluir nuestra personalidad para que la obra de Dios se manifieste en nosotros, les aseguro que no habrá arrepentimiento.


No debemos intentar ser como otros ni compararnos, eso sólo nos traerá infelicidad. Tampoco necesitamos la aprobación de los demás, pues sólo necesitamos la nuestra.

Si para ser aceptados por los que nos rodean necesitamos ser diferentes de lo que somos, o sentimos que necesitamos ser aprobados por ellos, estamos rodeados de las personas incorrectas.

3. Re-entrenar al auto-crítico que llevamos dentro. Todos tenemos esa vocecita interior que nos evalúa constantemente. En muchos casos es cruel y se comporta como si intentara destruirnos.

No podemos callar esa voz, la necesitamos, pero sí podemos entrenarla para que contribuya a nuestro crecimiento y felicidad. Por ejemplo: cuando diga "qué gordo estás" corregirla diciendo "puedes bajar de peso"; cambia frases como "qué mal te queda esa falda" por "aquella se te ve mucho mejor", etc.


Poco a poco el inconsciente irá cambiando las expresiones negativas por sus equivalentes en positivo y esto mejorará mucho nuestra opinión y cómo nos sentimos sobre nosotros mismos.

También, esa voz se puede convertir en el motor que nos impulse a ser mejores. Frases como "puedes hacerlo mejor" y "encontrarás la solución" en definitiva nos ayudan a esforzarnos por crecer.


4. Depurar nuestros pensamientos. Limpieza del clóset metal. Es necesario sacar de nuestras mentes los pensamientos negativos, en especial los que tenemos sobre nosotros mismos, y reemplazarlos por afirmaciones positivas. Funciona hacer una lista de nuestras buenas cualidades y usarla cada vez que un pensamiento negativo nos invade.

5. Socializar con gente que sume. Es imposible mejorar nuestra autoestima si nos rodeamos de gente que se empeña en enfatizar o sacar lo negativo en nosotros. Hay que alejarse de las personas tóxicas y romper las relaciones de dependencia, al menos hasta que sepamos cómo lidiar con ellas sin que nos dañen, si se trata de personas que no podemos sacar de nuestras vidas.


Enfoquémonos en compartir con gente que nos aprecie y valore, que vea lo bueno en nosotros; esto ayuda mucho a mejorar nuestra autoestima.


Si sientes que en tu vida no hay gente que te valore, debes revisar qué está pasando, por qué estás atrayendo gente que te lastima. Y recuerda: nunca es tarde para hacer nuevas amistades.

6. Cuidar de nosotros. Basta de ponernos al final de la lista, o peor aún, de borrarnos de ella. Si no estamos bien, no hay forma de que podamos dar lo mejor de nosotros, así que debemos rehacer el orden de prioridades.


Hacer ejercicio, cuidar la salud, la alimentación, hacer lo necesario para sentirnos bien, disfrutar de cosas que nos gusten, etc., no son lujos, son una forma de demostrarnos que nos amamos.

7. Definir límites. El bienestar ajeno no puede lograrse a costa del bienestar propio. No debemos acostumbrarnos a situaciones o personas que constantemente nos hacen sentir mal, es necesario analizar lo que sucede y tomar acciones al respecto.

Aquí entran también en juego los sentimientos de culpa. Es importante saber que no somos responsables dela felicidad de otros, menos aún si el precio es la nuestra, así que no debemos dejar que nos manipulen.

8. Trabaja en tus emociones. Los problemas de autoestima suelen estar acompañados de situaciones emocionales sin resolver, por tanto es importante prestarles atención.

Indagar en nuestro interior, conocernos, llevar a cabo los procesos necesarios para sanar, todo esto mejorará nuestra autoestima. También es importante aprender a ser asertivos, pues expresar lo que sentimos y deseamos es vital para nuestro crecimiento.

Me gusta pensar que tener sueños y luchar por ellos es un deber. Cuando hay baja autoestima es común no tener metas y proyectos, porque se tiene la sensación de que no se lograrán. Esta es una idea que hay que erradicar.9. Celebrar los logros e ir por más.


Comencemos por hacer una lista de las cosas que hemos logrado, no importa lo pequeñas que parezcan, y dejémonos invadir por la grata sensación que nos producirá recordarlo. Si una vez pudimos, significa que podemos, así que es el momento de desempolvar esos proyectos, metas y sueños que habíamos olvidado y salir a hacerlos realidad.

10. No perseguir la perfección. Está bien que nos esforcemos por dar y lograr lo mejor, pero no debemos obsesionarnos con la idea de la perfección al punto que nos impida ver y apreciar lo bueno.


¿Y si los ataques a la autoestima vienen de otras personas?


Como vimos anteriormente, lo mejor es distanciarse de las personas que nos afectan y restan valor. Pero en ocasiones, simplemente no podemos hacerlo. En estos casos, debemos intensificar los esfuerzos para fortalecer nuestra autoestima, a fin de que las acciones de los demás no nos perjudiquen.


Un dato que nos puede ayudar: nuestras vidas son como un espejo, lo que vemos en los demás, en realidad está en nosotros mismos.


Si lo vemos desde el punto opuesto, notaremos también que lo que los demás ven en nosotros, en efecto está en ellos. Así que tal vez, esas críticas que estás recibiendo, en realidad les corresponden a quien te las hace.


No intento decir que las críticas que recibimos de los demás son todas falsas, pienso que todo lo que nos pueda ayudar a crecer debe ser bienvenido. Pero entender la ley del espejo nos da otra perspectiva de la situación y nos puede ayudar a no sentirnos mal sin razón.


Si tú o alguien que conoces necesita trabajar en su autoestima, contáctame; estaré feliz de poder ayudar.


Eleonora Fondeur

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