El primer orden
L
La familia tiene un alma común y una conciencia común. Esa alma y esa conciencia cuidan tres órdenes fundamentales:
El primer orden es: cada miembro del sistema, vivo o muerto, tiene el mismo derecho a pertenecer. Si dentro de ese sistema a algún miembro se le niega el derecho de pertenencia, por ejemplo mediante valorizaciones morales tales como: "Él es un canalla" o "Él es un bebedor" o "Él ha tenido un hijo natural" o cualquier otra cosa que se diga acerca de él, eso tiene las mismas consecuencias. En ese caso hay determinadas personas que pretenden tener más derecho a pertenecer porque se consideran mejores. Pero el alma familiar no diferencia entre buenos y malos en ese sentido. Porque lo que llamamos el mal es sólo otro aspecto de la diversidad sobre la que puede erigirse el bien. Sin el mal no existe el bien.
BERT HELLINGER
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