Sentimientos que causan enfermedades...
Siento que el resentimiento, las críticas, la culpa y el miedo causan más problemas que ninguna otra cosa.
Estas cuatro cosas son las que provocan los principales desarreglos en nuestro cuerpo y en nuestra vida.
Son sentimientos que se generan en el hecho de culpar a otros en vez de asumir la responsabilidad por nuestras propias experiencias.
Si somos responsables en un ciento por ciento de todo lo que nos sucede en la vida, entonces no hay nadie a quien podamos culpar.
Sea lo que fuere lo que está sucediendo "ahí fuera", no es más que un reflejo de lo que pensamos interiormente.
No estoy perdonando el mal comportamiento de otras personas, pero son nuestras creencias lo que atrae a la gente que nos trata de esa manera.
He aquí algunos resultados de las pautas que se manifiestan en el nivel físico:
-Un resentimiento largamente cultivado puede carcomer el cuerpo hasta convertirse en la enfermedad que llamamos cáncer.
-Con frecuencia, el hábito permanente de la crítica conduce a la aparición de artritis.
-La culpa siempre busca el castigo, y el castigo provoca dolor. (Cuando alguien que viene a consultarme se queja de mucho dolor, sé que es una persona que carga con mucha culpa.)
-La tensión que el miedo produce puede provocar afecciones como la calvicie, úlceras e incluso llagas en los pies.
He comprobado que al perdonar y renunciar al resentimiento se puede disolver incluso el cáncer. Esto puede parecer simplista, pero es algo que he visto y he experimentado personalmente.
Podemos cambiar nuestra actitud hacia el pasado.
Lo pasado, pasado, se suele decir. El pasado ya no se puede cambiar, pero sí podemos cambiar nuestra manera de pensar en él.
Es una tontería que nos castiguemos en el presente porque alguien nos hizo sufrir en un remoto pasado.
—Empiece a disolver ese resentimiento ahora que es relativamente fácil —suelo decirle a la gente que alberga resentimientos profundos—. No espere a verse ante la amenaza de un bisturí o en su lecho de muerte, cuando tal vez tenga que enfrentar también el pánico.
Cuando somos presa del pánico es muy difícil concentrar la mente en el trabajo curativo. Primero necesitamos tiempo para disolver los miedos.
Si optamos por creer que somos víctimas indefensas, y que en ninguna parte hay esperanza, el Universo nos apoyará en esa creencia, y nada podrá salvarnos.
Es vital que renunciemos a esas ideas y creencias tontas, negativas y anticuadas que no nos sirven de apoyo ni nos alimentan.
Hasta nuestro concepto de Dios ha de ser el de alguien que está de nuestra parte, y no contra nosotros.
Louise Hay
Comentários